La idea es aprovechar la pasión que
despierta el mundial de fútbol de Brasil, valiéndonos del cine como lugar de
encuentro para la discusión ciudadana y política, entre el público y los
disertantes invitados a participar de los debates.
En este caso, estamos convencidos de que
el fútbol es mucho más que un deporte, es una de las expresiones culturales más
populares de nuestra sociedad.
Contrariamente a los que consideran que
es sólo pan y circo o el nuevo opio de los pueblos, el fútbol puede ser un
ámbito también de reflexión y una usina política, cultural, sindical y social
en general. El fútbol es un espejo de la vida misma, sobre todo para un pueblo
tan politizado y tan futbolero como el nuestro.
Por todo esto es que nos parece
interesante plantear esta posibilidad de encuentro y discusión en este momento,
para que no nos quedemos sólo en la locura mundialista que se consume en el
mismo juego.